viernes, 1 de enero de 2010

LA ILUSIÓN DE UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Anoche comenzamos una nueva etapa. De repente nos encontramos con todo un año por delante, según parece trescientos sesenta y cinco días vacíos de contenido. Por supuesto los vamos a llenar de buenos propósitos, acciones saludables, actos amorosos y dádivas al placer. En realidad esos momentos aún por llegar no están hueros, ni siquiera existen. No sabemos si pasaremos del minuto treinta y cinco del vigésimo segundo día, pero aquí estamos, saltando como canguros, festejando una vida que a lo peor no viviremos, sin importarnos lo pasado ya nos instalamos en el futuro.
Para mí también la Nochevieja supone felicidad y jolgorio, aunque yo no creo que mi devenir esté marcado por los minutos y las horas, menos por los años. Hay instantes en los que me parece haber vivido cien años y , sin embargo, en los segundos álgidos me parece tener cinco.
Pues bien, felices instantes en el próximo año, que todos llenemos el presente de magníficos detalles, insignificantes placeres que colmen nuestra memoria por los siglos de los siglos.