viernes, 23 de julio de 2010

Disfrutar del tiempo

Las vacaciones son el tiempo en estado puro. Tanto si estamos en la playa como si descansamos debajo de un arbusto, los segundos vuelan sin dejarnos huella. El estado más placentero es el de no hacer nada, la vida se desliza sin que intervengamos en ella. Nosotros debemos cumplir con nuestras obligaciones el resto del año, pero en el momento del ocio no es aconsejable interiorizar el tiempo como si dejarlo escapar fuera dañino para la salud. Muy al contrario el alma también es sabia, la ilusión del control cotidiano da paso al momento de fluir con la realidad. No se nos exige nada, solamente avanzar en la inefable secuencia del pasar.
Así pues a deslizarnos por la pendiente del no ser, hasta que nos diluyamos con el mundo. FELICES VACACIONES.